Acceso universal
Pero el proceso de inclusión debe ser consciente y orientado
Las sociedades tecnológicas avanzadas pueden y deben disminuir la exclusión social de la discapacidad, según el CERMI
20/04/2013
Las sociedades tecnológicas avanzadas pueden y deben disminuir la exclusión social y la dificultad de acceso a bienes sociales básicos que experimentan de manera extendida las personas con discapacidad y sus familias, pero este proceso no será espontáneo, ha de ser consciente y orientado.
Así se ha manifestado en Madrid el presidente del CERMI, Luis Cayo Pérez Bueno, durante su intervención en el seminario sobre exclusión social y discapacidad organizado por la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED).
Para el representante del CERMI, las sociedades avanzadas tecnológicamente ofrecen potenciales enormes, inéditos en buena parte hasta ahora, para favorecer la inclusión de las personas con discapacidad, por lo que el desarrollo tecnológico puede ser considerado como un aliado de la causa de la discapacidad.
Los avances en ámbitos como la biotecnología, la mecánica y la robótica, las tecnologías asistivas, internet y las redes sociales, ha apuntado Luis Cayo, proporcionan autonomía e independencia, empoderan a las propias personas con discapacidad para decidir por sí mismas y sobre sí mismas, porque no solo minimizan los aspectos de funcionamiento corporal o mental, que ya no son determinantes para la participación social, sino sobre todo porque bien usados y empleados permiten aflorar los talentos ocultos y aprovecharse de las aportaciones de valor de una diversidad humana tan cualificada como es la discapacidad.
Eso es incuestionable, afirmó el representante del CERMI, pero esa potencialidad expansiva precisa de una cierta gobernanza, no puede dejarse al albur de su propio despliegue, en la que los aspectos económicos y de mercado introducen perturbaciones, obstáculos e impedimentos de entidad. Se necesitan tomas de decisiones colectivas, marcos regulatorios participados y políticas públicas que orienten y encaucen este proceso, y el movimiento social de la discapacidad ha de constituir un agente principal del mismo, señaló Luis Cayo.